La capital catalana anticipa la evolución de los precios, con caídas de las rentas tras años de elevados aumentos.
‘Cuando a nivel nacional dábamos una media de crecimiento del 12,5%, nos sorprendía que en Barcelona era solo un 5%’. Así recuerda Lázaro Cubero el asombro con que el Departamento de Análisis e Informes del Grupo Tecnocasa, que dirige, recibió uno de sus últimos informes estadísticos sobre la marcha del mercado inmobiliario. ‘Barcelona siempre lideraba ese grupo de ciudades que tiraban’, justifica. Según los datos de compraventa que maneja el grupo, la capital catalana fue ya en 2014 de las primeras donde los precios comenzaron a remontar tras el estallido de la burbuja hasta el año pasado.
Pero no son solo los datos de Tecnocasa. Otros estudios y las estadísticas oficiales apuntan en la misma línea. ‘Esto nos lleva a inducir que el periodo de crecimiento va a estar limitado a solo unos años y que vamos hacia una mayor estabilización’, pronostica Cubero. Pero su análisis en este punto ya no se ciñe a una sola ciudad, ni a los precios de compraventa. ‘En alquileres también vemos lo mismo’, refiere en alusión de nuevo a estadísticas propias, ‘el mercado de Barcelona está en un momento en que no crecen los precios y eso se puede reproducir seguramente en otras ciudades dentro de unos meses’.
La hipótesis del contagio no es ni mucho menos descabellada. Carme Trilla, directora del Observatori Metropolità de l’Habitatge de Barcelona, es una de las personas que más sabe sobre el mercado de la vivienda en una ciudad que, desde su punto de vista, ‘puede considerarse un referente respecto a otras que tengan características similares, por ejemplo de atracción turística o inversión inmobiliaria’. Esos factores son dos de los que frecuentemente citan los expertos para explicar que, a diferencia de lo que sucedía durante la burbuja inmobiliaria de principios de siglo, el actual ciclo de crecimiento de precios esté marcado por una fuerte asimetría entre lugares.
Pero esas diferencias, visibles sobre todo en los precios de compra (en algunas pequeñas ciudades el mercado todavía cae once años después del gran pinchazo), se reducen para Trilla al hablar de arrendamientos. ‘Barcelona sí marca tendencia en el mercado de los alquileres’, asegura, porque uno de los factores que presionan las rentas al alza es la mayor demanda de pisos en alquiler, un factor ‘más trasladable’ a otros municipios.
Se trata, pues, de una buena noticia para los inquilinos españoles, puesto que las últimas tendencias en la capital catalana apuntan a una congelación de las rentas. Así lo recogió el último informe presentado por el Observatori y lo resume Trilla: ‘Vamos viendo que los precios tienen un tope, no en los precios punta porque hay demanda que lo puede pagar, sino en los rangos medios’. Es decir, que dejando al margen lo que se consideran pisos de gama alta y lujo, el resto empiezan a frenarse o, directamente, a bajar.
Cubero, de Tecnocasa, detalla a grandes rasgos tres ritmos diferentes del mercado en España. ‘Barcelona es el primero, donde se adelantan los indicadores, junto con Madrid y su área’. En el segundo sitúa a ciudades como Valencia y Málaga, ‘donde los precios todavía son muy atractivos y atraen un volumen importante de inversores’. El tercero son ciudades ‘donde las cosas se comportan de forma más moderada’, entre las que cita Zaragoza y Sevilla. La capital aragonesa es un ejemplo de lo que puede reproducirse en otras ciudades. ‘Tiene menos demanda interna y no tiene casi demanda externa, por lo que se va a repetir el ciclo con menos intensidad’, remata Cubero.
El País.- Barcelona marca la pauta del alquiler en España / 17-6-2019