La obligación de destinar el 30% de las nuevas promociones a pisos protegidos frena la actividad.
Se posiciona como la última de las diez grandes ciudades del país en el ratio de transacciones.
Barcelona lleva años siendo uno de los mercados inmobiliarios más intervenidos de España. Esto ha pasado factura a la ciudad, que ha experimentado una estampida de promotores residenciales, reduciéndose notablemente la oferta de vivienda nueva, lo que ha posicionado a la Ciudad Condal como una de las grandes urbes del país menos dinámicas en compraventa de obra nueva.
Según Tecnocasa, Barcelona se posiciona la última de las diez grandes ciudades, un ranking que lidera actualmente Valencia. El informe mide el dinamismo de cada mercado en base al ratio de rotación de vivienda nueva, segunda mano o vivienda protegida por cada 100 viviendas. ‘Esta ratio nos permite homogeneizar los 8.000 municipios españoles, ya que divide el número de transacciones que ha habido en cada mercado por el parque total de cada ciudad’, explica Lázaro Cubero, director de Análisis de Tecnocasa.
De este modo, Barcelona ha sufrido una clara evolución descendente desde 2012 hasta ahora (periodo que mide el informe). Concretamente, la Ciudad Condal ha pasado de estar entre las cuatro ciudades más dinámicas en obra nueva hasta 2016, a situarse en las últimas posiciones a partir de 2018.
Estas fechas no son casuales, ya que la actividad inmobiliaria de Barcelona se ha visto notablemente afectada por el curso político de la ciudad. El mayor impacto para este mercado ha sido la medida impulsada por la exalcaldesa Ada Colau (que estuvo en el cargo entre 2015 y 2023), que obligaba a los promotores a destinar un 30% de los nuevos proyectos o grandes rehabilitaciones a vivienda de protección pública.
Esto llevó a los promotores a dejar de invertir en el desarrollo de nuevas promociones en Barcelona, ya que en muchos de los casos los proyectos no resultaban rentables. Según el informe, el ratio medio de rotación de las diez grandes ciudades con mayor actividad se sitúa en el 0,30%, mientras que el de Barcelona apenas alcanza el 0,09%, una cifra que resulta chocante para este mercado que, junto a Madrid, destaca por tener las mayores cuotas de demanda del país.
El Economista.- 30 de septiembre de 2023