>

Sala de prensa

Las rebajas llegan a los pisos (y es solo el comienzo)

Los propietarios se ven forzados a aplicar descuentos en los precios ante el enfriamiento de la demanda, muy presionada por la inflación y los tipos.

Vendedores y compradores empiezan a no entenderse a la hora de fijar el precio de una vivienda. No todo vale es la nueva máxima inmobiliaria. La subida de la inflación y de los tipos de interés han terminado por provocar el desencuentro entre oferta y demanda. La crisis de pareja se da tras ocho años en los que han asistido al crecimiento continuo de compraventas y precios —salvando la pandemia de 2020—. No se venden casas como antes y no se compran casas como antes. El escenario ha cambiado y está obligando a los propietarios a rebajar los precios de los pisos de segunda mano. Esos ajustes empiezan a ser cada vez más frecuentes y por una cuantía mayor.

En la red de agencias inmobiliarias Tecnocasa han analizado que, de enero a marzo, 3.326 viviendas de su cartera han rebajado su precio. El año pasado, en ese mismo periodo, fueron 2.908. ‘La rebaja media hoy es de casi 14.000 euros, frente a los 11.000 de 2022’, dice Lázaro Cubero, director de Análisis del grupo. ‘En estos pocos días de marzo ya vamos por los 17.000 euros de media’, añade. En la oferta de esta cadena ha crecido la proporción de viviendas con descuentos superiores al 9%. Las mayores bajadas se dan en casas con dos dormitorios, para reformar, no cuentan con ascensor ni terraza y superan claramente los 90 días de venta. Y más de 120 días llevan en el mercado las viviendas con ajustes superiores al 12%. El comprador tiene ahora la sartén por el mango y no adaptarse a él penaliza más que antes.

Los analistas coinciden en que empieza a notarse la presión del Euribor. Esta misma semana, el INE ha publicado un dato que evidencia el cambio de ciclo. La vivienda se abarató en la recta final de 2022 por primera vez desde la pandemia: en el último trimestre el precio bajó un 0,8% con respecto al trimestre anterior. También esta semana, el Consejo General del Notariado ha hecho públicos los datos de enero. Las compraventas retrocedieron un 7,3% interanual en enero, mientras que los precios bajaron un 1,7% y las hipotecas menguaron un 16%.

El encarecimiento de la financiación ha provocado que un buen número de compradores se haya retirado del mercado. El golpe hipotecario ha sido fulminante en muy poco tiempo: en febrero de 2022 el Euribor estaba en el -0,335%. En febrero de 2023 se ha colocado en el 3,534%.  ‘Ciudadanos que el pasado año podían comprar ahora no van a encontrar financiación’, dice Cubero. Mientras la demanda se empieza a achicar, la oferta comienza a ensancharse. ‘Por un lado, la demanda disminuye en cantidad y calidad. Por otro, se extienden los tiempos necesarios para vender y los teléfonos no suenan como antes, de forma que la oferta se va acumulando y hay más competencia’, describen desde la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI). Con esas cartas en la mano, a algunos propietarios no les quedará otra que ajustar el precio. ‘Estamos en un momento en el que la oferta tiene que adaptarse a la demanda. Hay que ser realistas porque la demanda tiene ahora menos dinero’, añade otro experto. El consejo de Lázaro Cubero para los que tengan que vender es el mismo. ‘Hay que ser rápidos en reaccionar’, dice. ’Que lo hagan ahora en lugar de dentro de seis meses, porque las condiciones serán peores y la negociación será más dura. Cuando bajas un escalón tarde y vas detrás del mercado, al final tienes que bajar dos escalones’, añade.  

El País – 13 de marzo de 2023