La pandemia acelera el trasvase de población desde la capital de España: solo el año pasado llegaron 3.555 nuevos residentes.
Coger la N-IV con destino a la capital era, hasta hace unas décadas, el único camino hacia el éxito laboral que podían concebir profesionales malagueños de muchos gremios; desde actores hasta ingenieros o economistas. El flujo de población con Madrid tenía invariablemente saldo negativo para Málaga por efecto de esa emigración de mano de obra cualificada.
De un tiempo a esta parte y especialmente desde la pandemia, el trasvase migratorio es inverso: hay más gente mudándose de Madrid a Málaga que al contrario. De hecho, Madrid se ha convertido en la provincia que más nuevos residentes aporta, por encima de las vecinas Granada, Sevilla, Córdoba o Cádiz. Solamente durante el año pasado, 3.555 madrileños cambiaron su domicilio a Málaga, la cifra más alta desde que el INE elabora la Estadística de Migraciones. El camino inverso, de Málaga a Madrid, fue recorrido por 2.176 personas. La pandemia marcó un antes y un después para muchos habitantes de la capital, que decidieron dar un giro a su existencia y mudarse a lugares con mejor calidad de vida.
Antonio Bernal, responsable de expansión de Tecnocasa en Málaga, señala que desde la pandemia Málaga ‘se ha situado como una ciudad refugio’, beneficiada además por el ‘efecto llamada’ de grandes multinacionales que han apostado por ella, como Google o Vodafone. La mayoría de madrileños que buscan vivienda en la ciudad comparten el mismo perfil: ‘Profesionales de alto nivel, con aportación importante de ahorros; mucho técnico, mucho ingeniero y mucho economista que trabajan en multinacionales y aprovechan las posibilidades de movilidad interna o de teletrabajo para mudarse a Málaga. Son compradores de alto poder adquisitivo que, además, ha acumulado ahorro durante la pandemia’, explica.
Sur – 22 de junio de 2022