¿Quién dijo miedo al control de precios del alquiler que quiere implantar el Gobierno?
A los pequeños inversores que adquieren una vivienda para luego arrendarla, la medida estrella de la Ley de Vivienda recién aprobada por el Consejo de ministros y que ahora tramitará el Congreso de los Diputados por vía de urgencia ni les ocupa, ni les preocupa.
Tan despreocupados están por la cuestión que el pasado ejercicio, las compraventas de viviendas de segunda mano realizadas como inversión y destinadas muchas de ellas para el alquiler representaron el 23% del total de las operaciones en 2021, superando en 4 puntos el nivel de 2020 y en línea con los datos previos a la pandemia, según se desprende de los datos del XXXIV Informe sobre el mercado de la vivienda de Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
PISOS PEQUEÑOS Y AL CONTADO
El pequeño inversor quiere pisos pequeños, baratos y paga al contado. Según los datos extraídos por Tecnocasa de las operaciones, este tipo de comprador busca pisos antes que casas o áticos que tengan entre 40 y 60 metros cuadrados y sin ascensor. Normalmente, son viviendas vacías a reformar y de más de 60 años de antigüedad, por las que obtiene una rebaja media de un 12% sobre el precio inicial, partiendo de que ya, de entrada, suelen tener un precio inferior a la media. Las compras se suelen sustanciar de forma rápida, en un proceso que no se alarga más de 60 días y la mayoría de ellas (70,2%) se paga al contado.